En las últimas dos décadas, la irrupción de las nuevas tecnologías
relacionadas con Internet ha revolucionado muchos aspectos de nuestras
vidas: desde las relaciones interpersonales hasta nuestra rutina
laboral. Pero lo que más se ha visto transformado es la forma en la que
accedemos a la información, la interpretamos y la gestionamos. En este
nuevo paradigma, las competencias profesionales más valoradas están cambiando.
Recientes estudios afirman que la capacidad de atención y retención
de las personas está disminuyendo a pasos agigantados, sujetos como
estamos a gran cantidad de estímulos que compiten por nuestra atención
simultáneamente. Cada vez tenemos menos interés por leer textos largos y
especializados que abordan en profundidad un único tema, y en su lugar
preferimos varios textos breves, más superficiales, procedentes de
distintas fuentes.
El futuro pertenece a un nuevo tipo de personas
A consecuencia de esto, la forma en la que percibimos el mundo
también está cambiando. Nuestra opinión sobre un mismo asunto ya no
está fundamentada en un único punto de vista, sino en muchas ópticas
diferentes que contribuyen a construir una perspectiva más enriquecida.
Este fenómeno ha motivado a algunos expertos a proclamar que la «Era
de la Información» ha muerto, y que estamos en los albores de una nueva
«Era Conceptual», una nueva economía y sociedad basada en competencias
relacionadas con la visión global, la empatía o la creatividad. Es el
caso de Daniel Pink, que en su libro Una nueva mente, profundiza en las que serán las claves del éxito en esta nueva sociedad:
“Las últimas décadas han estado dominadas por un determinado tipo de personas con un determinado tipo de mente –programadores informáticos capaces de fabricar códigos, abogados capaces de redactar contratos, MBAs capaces de masticar cifras. Pero las llaves del reino están cambiando de manos. El futuro pertenece a un tipo diferente de personas con un tipo muy distinto de mentalidad –creadores y empatizadores, reconocedores de patrones y dadores de sentido. Esta gente –artistas, inventores, diseñadores, narradores, cuidadores, consoladores, pensadores con visión global- son quienes van a cosechar las recompensas más generosas de la sociedad y compartir sus mayores gozos.”
Dos cerebros, dos tipos de personas
La explicación del antagonismo entre estos dos grandes grupos de
competencias pasa por la neurociencia, pues unas y otras capacidades
residen en partes distintas del cerebro: el hemisferio izquierdo y el
derecho.
-
El hemisferio izquierdo del cerebro es el que domina aquellos procesos relacionados con la lógica y el raciocinio. Es el que nos permite hablar y comprender los números y conceptos abstractos complejos porque es secuencial y analítico. Es la parte de nuestro cerebro más desarrollada en los abogados, los informáticos y los médicos, por ejemplo.
- Por el contrario, el hemisferio derecho del cerebro es donde residen cualidades cognitivas como la creatividad, la imaginación, la empatía y la visión global. Nos permite apreciar la música y las formas, recordar las imágenes y reconocer patrones. Es la parte de nuestro cerebro más desarrollada en los artistas, inventores, narradores y cuidadores, por ejemplo.
Las nuevas competencias del éxito
Pink afirma que las competencias que impulsaron la Era de la
Información siguen siendo necesarias en este mundo emergente, pero ya no
son suficientes. Por contra, capacidades personales que anteriormente
eran consideradas “frívolas”, como la creatividad o la empatía serán
decisivas en el camino hacia el éxito.
Subraya especialmente seis talentos que es imperativo conocer y cultivar para prosperar en la nueva era:
- Diseño. Esta aptitud condensa cualidades del hemisferio derecho anteriormente mencionadas como la creatividad o la percepción del color, pero al mismo tiempo incorpora elementos del hemisferio izquierdo como la utilidad.
- Narración. Nuestra memoria es narrativa: desde los albores de los tiempos nos educaron con historias, y es con ellas como mejor comprendemos la realidad que nos rodea. Si queremos transmitir eficazmente una idea, el vehículo perfecto es una buena narración.
- Sinfonía. La capacidad para comprender las relaciones entre elementos dispares y que aparentemente pertenecen a disciplinas muy distintas y para conectarlos para crear algo nuevo.
- Empatía. La capacidad para entender las emociones de otras personas y ponerse en su lugar. Para Pink también es la capacidad para, en un momento dado, dejar de hacerlo y aislarse de esas emociones.
-
Juego. El juego tiene un papel fundamental en el desarrollo de las personas. Nosotros que trabajamos con propuestas lúdicas para el aprendizaje lo vemos a diario: jugando aprendemos porque el juego en sí mismo ayuda a abrir la mente y pensar de forma creativa, y además nos divertimos. La diversión es clave en el aprendizaje y en las relaciones humanas.
- Sentido. Nuestra motivación fundamental, el motor que impulsa la existencia humana, es la búsqueda de significado en aquello que hacemos.
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